El caballo y su efecto terapéutico a nivel psicológico

El caballo ejerce sobre los humanos un efecto psicológico terapéutico especial, conserva su naturaleza salvaje.

La relación con un caballo hay que ganársela, que nos acepte, nos respete. Esa situación que requiere de nosotros la hace diferente y valiosa.

En nuestro mundo, entre nosotros los humanos, nos valemos de la razón, la inteligencia, el estatus, la apariencia, la gratificación inmediata, el engaño o la manipulación, el camino fácil, con los caballos todo esto no sirve. Es nuestra esencia la que captan, nuestras actitudes ante ellos, nuestra posición frente a la vida. Nos dan la oportunidad de trabajar física y mentalmente para alcanzar el éxito. Nos seguirán por la seguridad que mostremos, por la autenticidad frente a ellos, por nuestra humildad. Ellos se basan en el lenguaje no verbal que es el más importante, ellos captan nuestras emociones.

El caballo se basa en el lenguaje no verbal, capta nuestras emociones.

El trabajo con el caballo es terapéutico a nivel psicológico en cuanto a lo que supone afrontar nuestros miedos e inseguridades, conectar con nuestro cuerpo y ser conscientes de otra comunicación, aprenderla y transmitirla,  aprender a ver, escuchar i sentir. Ellos responden frente al lenguaje no verbal, si la persona actúa diferente, el caballo también lo hace, son congruentes. Esa congruencia los hace especialmente valiosos para fines terapéuticos y de aprendizaje.

Los caballos nos pueden ayudar a aprender a estar presentes, sin tabúes, etiquetas, ni disfraces sociales, respetando nuestro entorno, aceptándonos como somos y dando paso a nuestro verdadero yo, permitiéndonos desarrollar nuestra inteligencia emocional.

Expandiendo nuestra conciencia, mejoramos la responsabilidad de nosotros mismos y eso repercute en quienes nos rodean.

El caballo es un miembro más del equipo, es un co-terapeuta y como tal imprescindible en la terapia, pero es el equipo (Psicólogo y Especialista Equino) quienes recogen la información que ha surgido durante la sesión a través de las interacciones para retornarla al cliente/usuario/paciente y que éste pueda darse cuenta de lo ocurrido y pueda trabajar los aspectos surgidos para poder favorecer los cambios deseados.

Lluís Garcia Bofill  ·  Especialista Equino